El concepto de "Deep Listening" o "Escucha Profunda" fue desarrollado por la compositora y música experimental Pauline Oliveros. Este enfoque busca una mayor conciencia y conexión con el entorno sonoro a través de la escucha atenta y el mindfulness.
La "Escucha Profunda" en el contexto de las emociones se refiere a una atención plena a los sonidos y experiencias emocionales, permitiendo una mayor comprensión y empatía. Esta práctica puede ser utilizada para explorar y expresar emociones a través de la música y el sonido.
Objetivo: Desarrollar la capacidad de escuchar atentamente y distinguir diferentes sonidos.
Actividad: Llevar a los niños a una caminata sonora donde se les pide que identifiquen y describan los sonidos que escuchan.
Objetivo: Fomentar la reflexión sobre la experiencia auditiva diaria.
Actividad: Los estudiantes mantienen un diario donde registran los sonidos más destacados que escuchan cada día y cómo esos sonidos les hacen sentir.
Objetivo: Promover la creatividad y el entendimiento de cómo se producen los sonidos.
Actividad: Los estudiantes crean sus propios instrumentos a partir de materiales reciclados y experimentan con los diferentes sonidos que pueden producir.
Se invita a todos los participantes a crear paisajes sonoros que representen diversas emociones (alegría, tristeza, miedo, amor, etc.). Los paisajes sonoros pueden incluir grabaciones de sonidos ambientales, música, efectos sonoros y voces.